16 ENERO -- Espigando Promesas -- CH Spurgeon

Espigando promesas

‘‘ TeRuégo que me dejes ir
al campo, y recogeré espigas’’.
Ruth 2 ;2

Abatido y turbado cristiano, ven y espiga hoy en el amplio campo de la promesa. Aquí abundan las preciosas promesas, que satisfacen precisamente tus necesidades.
Considera ésta : ‘‘ La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará’’. ¿ No se adapta esto a tu caso ? Una caña desvalida, insignificante y débil ; una caña cascada, de la cual no sale música, y que es más débil que la misma debilidad. Aunque tú seas una caña cascada, él no te quebrará, sino que te restaurará y fortalecerá. Tú eres semejante al pábilo que humea ; ni luz ni calor proceden de ti ; sin embargo no te apagará. Soplará con su suave aliento de misericordia hasta transformarte en una llama.
¿Quieres recoger otra espiga ? ‘‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar’’. ¡ Qué suaves palabras ! tu corazón es tierno, y el Maestro lo conoce ; es por eso que te habla tan suavemente. ¿No quieres obedecerlo y venir a él ahora mismo ?
Toma esta otra espiga de grano : ‘‘ No temas, gusano de Jacob, yo te ayudaré, dice Jehová y tu Redentor, el Santo de Israel’’. ¿Cómo puedes temer, teniendo una seguridad tan admirable como ésta ?
Tú puedes recoger diez mil espigas de oro como éstas : ‘‘ Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados’’.
‘‘ Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos ; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana’’.
‘‘ El Espíritu y la Esposa dicen : Ven, Y el que tiene sed, venga ; y el que quiere, tome del agua de la vida de balde’’.
El campo de nuestro Maestro es muy rico ; he aquí los manojos. ¡ Mira, están delante de tí, tímido creyente ! Júntalos, aprópiatelos, pues Jesús te ordena tomarlos. ‘‘ No temas, cree solamente’’. Toma estas dulces promesas, desgránalas con la meditación, y aliméntate de ellas con gozo.