Septiembre 15 - Jesucristo Intercesor Parte 2 - W Barclay

Glorifícale, de la misma manera que Le diste autoridad sobre toda la humanidad para que pueda dar la vida eterna a todos los que Le has dado. La vida eterna es conocerte a Ti, Que eres el único Dios verdadero, y a Jesucristo Tu enviado. Yo ya Te he glorificado en la Tierra acabando la obra que Tú Me encargaste; y ahora, Padre, glorifícame en Tu propia presencia con la gloria que tuve contigo antes que empezase el mundo.
Les he revelado Tu nombre a los hombres que Me diste sacándolos del mundo. Eran Tuyos cuando Me los diste, y han recibido Tu Palabra. Ahora ya se dan cuenta de que todo lo que Me has dado procede de Ti, porque Yo les he dado las palabras que Tú Me diste a Mí, y ellos las han recibido, y ahora ya saben a ciencia cierta que Yo vine de Ti, y creenque fuiste Tú Quien Me enviaste.
Juan 17 : 5—9

1 - Hay otra idea importante en este pasaje, porque contiene la gran definición que da el Nuevo Testamento de la vida eterna: es conocer a Dios, y a Jesucristo, a Quien Él ha enviado. Recordemos lo que quiere decir eterno. En griego es aiónios. Esta palabra tiene que ver, no tanto con la duración de la vida. Sólo hay Uno al Que se puede aplicar adecuadamente la palabra aiónios, y es Dios. La vida eterna no es otra cosa, por tanto, que la vida de Dios. Poseerla, entrar en ella, es experimentar aquí y ahora algo del esplendor, y la majestad, y el gozo, y la paz, y la santidad que son características de la vida de Dios. Conocer a Dios es una expresión característica del Antiguo Testamento. La sabiduría es «árbol de vida a los que de ella echan mano» (Proverbios 3:18). «Conocer Tu poder -dijo el escritor de Sabiduría- es la raíz de la inmortalidad (Sabiduría 5: 3). «Los justos son librados por la sabiduría» (ProverbiosI1: 9). El sueño de la nueva edad de Habacuc era «que la Tierra estará llena del conocimiento de la gloria de Dios> (Habacuc 2:14). Oseas oye la voz de Dios que le dice: « Mi pueblo fue destruidoporque le faltó conocimiento» (Oseas 4:6). Una exposición rabínica pregunta cuál es la porción más pequeña de la Escritura que contiene todas las partes. esenciales de la ley, y contesta: Proverbios 3:6, que quiere decir literalmente: «Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.» También había una exposición rabínica que decía que Amós había reducido todos los mandamientos de la ley a uno solo, cuando dijo: «Buscadme, y viviréis» (Amós 5:4), porque buscar a Dios quiere decir buscar conocerle. Conocer a Dios no es, por tanto, un mero conocimiento intelectual de Él, sino una íntima relación personal con Él que es como la relación más próxima y amada de la vida. De nuevo hemos de decir que, sin Jesús, tal intimidad con Dios habría sido impensable e imposible. Es Jesús el Que nos ha enseñado que Dios no es un Ser remoto e inasequible, sino el Padre Cuya naturaleza es amor. Conocer a Dios es no sólo saber cómo es, sino también estar en términos de la más íntima relación de amistad con Él; y ninguna de las dos cosas es posible sin Jesucristo

2 - * Jesús nos da aquí una definición de Su obra. Le dice a Dios: « He revelado Tu nombre.» Aquí hay ideas que les resultarían claras a los que lo leyeran por primera vez.Hay una idea que es esencial y característica del Antiguo Testamento. Allí se usa la palabra nombre en un sentido especial; No quiere decir simplemente el nombre propio de una persona, sino todo su carácter en tanto en cuanto puede conocerse. El salmista dice: «En Ti confiarán los que conocen Tu nombre» (Salmo 9:10). «Anunciaré Tu nombre a mis hermanos» (Salmo 22:22). Este era un salmo que los judíos creían que era una profecía del Mesías y de la obra que realizaría; y quiere decir que el Mesías declararía a la humanidad cómo es Dios. El profeta Isaías comprendió que Dios decía de la nueva era: « Mi pueblo sabrá Mi nombre por esto en aquel día: porque Yo mismo, el Que estoy hablando, estaré presente» (Isaías 52:6)Así que, cuando Jesús dice: «He revelado Tu nombre,» quiere decir: «He dado a la humanidad la posibilidad de ver cuál es la verdadera naturaleza de Dios.» Es otra manera de decir: « El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9). Es la suprema afirmación de Jesús que, en Él, la humanidad ve la mente, el carácter y el corazón de Dios.

3 - Este pasaje ilumina también el sentido del discipulado.El discipulado cristiano se basa en el hecho de que Jesús ha venido de Dios. Un discípulo es una persona que se ha dado cuenta de que Jesús es el Embajador de Dios, y que en Sus palabras oímos la voz de Dios, y en Sus obras vemos a Dios en acción. El discípulo ve a Dios en Jesús, y sabe que no hay nadie que sea una misma cosa con Dios excepto Jesús.El discipulado conduce a la obediencia. El discípulo es el que obedece la Palabra de Dios como la recibe en Jesús. Es el que se somete al magisterio de Jesús , implica sumision .Las personas que pertenecen a Jesús Le han sido dadas por Dios
Piensa en ello de este modo: un padre tiene grandes sueños acerca de su hijo; se forja un plan de futuro para él; pero el hijo puede rehusar ese plan y seguir su propio camino. Un profesor prevé un gran futuro para un estudiante; ve que tiene posibilidad de hacer una gran obra; pero el estudiante puede rechazar el plan que se le presenta. Si amamos a una persona, siempre estamos soñando con su futuro y haciendo planes ambiciosos para ella; Dios tiene Su plan, Su sueño, su destino para cada persona; y nuestra tremenda responsabilidad consiste en aceptarlo o rechazarlo. Como ha dicho alguien , Jesus confia en sus dicipulos porque ve la garantía de la continuidad de la obra de Dios en la Tierra .Cuando Jesús salió de este mundo, no parecía que podía tener mucha base para la esperanza. É1 mismo parecía haber conseguido bien poco y ganado a muy pocos Pero Jesús tenía la confianza que tiene su manantial en Dios. No tenía miedo de los principios humildes. No
era pesimista acerca del futuro. Parecía decir: «No he ganado más que a once hombres normales y corrientes; pero dadme esos once, y le daré la vuelta al mundo.»
Jesús tenía dos cosas: fe en Dios y fe en Sus hombres. Es una de las cosas que más entusiasman en el mundo el pensar que Jesús puso Su confianza en personas como nosotros. Nosotros tampoco nos tenemos que desanimar por las debilidades humanas ni por los principios humildes. Nosotros también debemos lanzarnos adelante con una fe confiada en Dios y en las personas. Así no seremos nunca pesimistas; porque, con esta doble fe, nuestras posibilidades en la vida son ilimitadas.
No lo elegimos nosotros a El , sino que El nos eligio a nosotros .